El sábado 21 de mayo de 2016 tuvo lugar, en la Casa Lis, la intervención de Luis Álvarez con esta adaptación de Chéjov.
«Los perjuicios del tabaco» es un monólogo en que un pobre maestro, marido, de la dueña de un internado para educandas, expone en una conferencia sobre el daño que produce el tabaco, para derivar en problemas de la convivencia marital.
La pieza «Sobre los perjuicios que causa el tabaco» fue escrita por Chèjov en 1886, con veintiséis años. La obra refleja el momento de la vida en el que uno busca inútilmente la felicidad.
El monólogo, en adaptación libre, se refuerza con fragmentos de ópera y música emblemática, así como elementos mitológicos, que nos muestran una concepción trágica del destino de nuestra vida.
Luís Álvarez
Fundador y Director del Grupo de Teatro «La Cueva de Salamanca», desde el año 1985, habiendo participado en él como actor, escenógrafo y director de más de treinta obras de muy distintos géneros y autores, entre las más representativas: «Peer gynt» de H. Ibsen, «La Lección y La Cantante Calva» de E. Ionesco, «Arlequín, servidor de dos amos» de C. Goldoni, «Historia de la muñeca abandonada» de A. Sastre, «El Pelícano» de A. Strindberg, «La boda de los pequeños burgueses» de B. Brecht… Ha realizado la adaptación para el teatro de «La Metamorfosis» de F. Kafka y «La Flauta Mágica» de W. A. Mozart.
Como autor ha escrito entre otras: «Colirius Philosophicus», «El número de insensatos es infinito», «Ariadna extiende su hilo en el laberinto…», «Las vacaciones de la familia Calvatrueno»…
Antón Pávlovich Chéjov (1860-1904)
La pieza, «Sobre los perjuicios que causa el tabaco» fue escrita por Chejov, con 26 años, en 1886.
La obra fue entregada a su gran mentor, Constantin Stanislavski, padre del célebre método. La obra refleja el momento de la vida en el que uno busca inútilmente la felicidad. Somos felices o somos obedientes. Ser ambas cosas a la vez, es totalmente incompatible.
Pero la capacidad que tiene el ser humano para habituarse y adaptarse a la realidad de la vida, es tan poderosa que puede acabar aceptando como normal cualquier disparate que se repita muchas veces. Al final los «corderos» son degollados.
Chéjov, con su estilo irónico y benévolo, repasa la vida de la amarga felicidad de Niujin Stepanovich: «Lo que es una diversión para el gato, es una pena para el ratón». Lo que para unos es comedia, para otros es tragedia. El personaje único de «Los perjuicios del tabaco», dominado por su mujer, es una continua huida en pos de una felicidad que sabe que no existe y que, tal vez, sólo se encuentre con la muerte: «…Y detenerme en algún lugar lejano y quedarme plantado como un árbol… y olvidar… olvidar.»
El monologuista intenta penetrar en el sentido más chejoviano y dramático de Niujin, criticando el método de Stanislavski.